La inexplicable energía que solo es sucia en España: un experimento que ha salido mal

Uno de los combustibles que está ganando más reconocimiento es el hidrógeno, que tiene la eterna promesa de ofrecer un combustible alternativo a aquellos fósiles y emisores de gases de efecto invernadero. De hecho, no existe un solo tipo de hidrógeno, sino varios y no todos están capacitados para las mismas cosas.

Por esta razón, varias empresas ya están sumergiéndose en proyectos que tratan esta forma de energía para descarbonizar sus actividades. Uno de sus fuertes es su baja emisión de dióxido de carbono. Sin embargo, el problema radica en su obtención, un proceso en el que sí se suelen contemplar emisiones y eso es precisamente lo que se estudia.

El hidrógeno amarillo triunfa en Noruega: una inexplicable energía

El futuro del hidrógeno amarillo es desconcertante. Hablamos de una energía limpia en Noruega y sucia en España. Alrededor de este combustible hay más dudas que certezas. A pesar de ser una energía inexplicable existente, todavía es difícil verla como un combustible viable. Su obtención se realiza a través de la electrólisis del agua, un proceso en el que el aporte de energía hace posible la disociación del hidrógeno y el oxígeno.

De esta manera, trabaja directamente la electricidad de la red eléctrica. Como consecuencia, el hidrógeno es limpio si el mix eléctrico del país del que se obtiene lo es. Así, las zonas como Noruega obtienen un hidrógeno amarillo prácticamente nulo en emisiones. ¿Por qué? Porque prácticamente el 100% de su electricidad viene de fuentes renovables. Un caso rotundamente diferente es el de España.

En nuestro territorio, el hidrógeno producido con este proceso sí viene acompañado de emisiones. Solo el 46% de la electricidad producida en 2021 en nuestro país tuvo un origen renovable. Cabe destacar nuevamente que el problema tiene su origen en la red eléctrica, que es más sostenible en algunos lugares del mundo que en otros.

Dependiendo de la tecnología de electrólisis usada en las eficiencias actuales se sitúan en un intervalo de entre 70 y 80%. La estimación es que, antes de que llegue el año 2030, los valores estén cercanos al 85%.

España tiene una inexplicable energía: nadie puede entenderlo

Tomando como referencia el intervalo actual de eficiencia, la generación de 1 kg de hidrógeno requiere entre 49.2 y 56.3 kWh de energía eléctrica. Si nos trasladamos al año 2021, el precio medio de nuestro país registraba 0,253 euros/ kWh, por lo que el precio de 1 g estaba entre 12,46 y 14,24 euros.

No obstante, estos costes de hidrógeno no se encontraban nivelados, solo daban una idea aproximada de la dependencia del coste en función del precio de la electricidad. Esto quiere decir que el hidrógeno amarillo puede contaminar, pero depende de la fuente primaria de la red de electricidad del país.

Los diferentes tipos de hidrógeno todavía generan grandes interrogantes, pero eso no hace que la búsqueda de combustibles limpios se paralice, sino todo lo contrario. Es precisamente esa curiosidad la que nos está llevando a descubrir cada vez más datos sobre el hidrógeno en sus diferentes formas.

Esta inexplicable energía no es la única que España atesora. Recordemos que tiene 5.000 de energía bajo el suelo y ya hay un plan para llevarlo a cualquier lugar del mundo. Entre el potencial de nuestro territorio y el avance de la tecnología, el hidrógeno amarillo promete darnos más de una sorpresa en un futuro no muy lejano.